Etapa 32. Fin del mundo… y más allá

28 de noviembre-6 de diciembre

Tras recorrer Argentina entera a bordo de varios y diversos autobuses, uno acaba por acostumbrarse. Además, generalmente los viajes se hacen de noche y resultan más llevaderos. Pero la travesía que supone llegar a Ushuaia hay que hacerla de día porque se pasa la frontera chilena, así que las 16 horas que separan la ciudad austral de El Calafate (vía Río Gallegos) resultan especialmente agotadoras. Sin embargo, hay pocas cosas comparables (si no en belleza paisajística, al menos en trascendencia viajera) a transitar por las planicies enmoquetadas de Patagonia y Tierra del Fuego, y además cruzando el mítico Estrecho de Magallanes. El mismo día que nosotros lo vadeamos sin esfuerzo a bordo de un transbordador, pero 491 años antes, el propio Magallanes luchaba contra las corrientes y tempestades para recorrerlo y llegar al Océano Pacífico, cosa que lograría, por fin, al día siguiente. Le había costado 39 jornadas navegar sus 600 km de longitud y hacía 15 meses que había salido de España. Casi como nosotros, que tomamos otra ruta (precisamente empezando por las Indias a las que quería llegar el marino), pero cumplimos un año de viaje en el mismo lugar. El fin del mundo.

USHUAIA
Pequeña, acogedora y bellamente enmarcada por las últimas estribaciones nevadas de los Andes, Ushuaia siempre había sido en nuestra ruta mental el fin de este viaje. Así que tomamos los doce días que quedaban aún como un extra que íbamos a disfrutar al máximo (a tope del palo, que diría nuestro último guía favorito). En la ciudad del fin del mundo (o el principio, según se mire…) hicimos un recorrido por el Canal de Beagle el barco, viendo islitas con lobos marinos, cormoranes y el famoso y fotogénico faro que no es el del fin del mundo aunque lo parezca. Lo que queda del que hizo famoso Julio Verne está ahora en el Museo del Presidio de Ushuaia (que fue como empezó la ciudad, como cárcel dejada de la mano de dios).

Tras la buena experiencia marinera, al día siguiente volvimos a la tierra y nos fuimos de trekking por otro de esos paisajes espectaculares argentinos, modelado por antiguos glaciares: el Parque Nacional Tierra del Fuego. Toda la cordillera andina es una sucesión de parques naturales, pero éste, justo en el extremo sur de la columna vertebral, es el único que incluye área oceánica. Mandamos postales desde la mismísima Oficina Postal del Fin del Mundo, retrepamos por bosques de lengas donde sólo faltaban los gnomos, almorzamos con vistas a las Islas de los Cormoranes, caminamos entre fósiles por la preciosa bahía Lapataia, vimos un montón de pajaruelos desconocidos e impresionantes diques de castores y, 12 kilómetros después, regresamos cansados pero contentos a Ushuaia. El último día en la ciudad fue de reposo, comida de celebración del año viajero (con merluza negra y ojo de bife con vinito argentino, mmmm) y preparación del siguiente destino.

PUERTO MADRYN
Siguiendo la costa este, hacia Río Gallegos y más al norte, de nuevo cruzando la Patagonia, llegamos tras casi 30 horas a Puerto Madryn. ¡Y hacía calor! Pasamos el primer día por esta ciudad casi desértica de origen galés buscando hotel, cocinando y organizando excursiones, que es lo segundo que más nos gusta en el mundo después de andar 😛 Y el 3 de diciembre nos fuimos a Península Valdés… ¡a ver ballenas! Fue toda una experiencia ver a esos inmensos animales a un metro de la zodiac, que de pronto parecía diminuta y frágil. A estas alturas, terminando la temporada, quedan en la zona madres y crías, que van juntas a todas partes y ni se inmutan ante la presencia de los barcos. Sacan el lomo al sol, resoplan con fuerza, se tumban panza arriba, asoman la cabeza llena de callosidades como rocas, pasan nadando bajo la barca y se sumergen mostrando esa enorme cola para la foto perfecta. Una maravilla 🙂 En el recorrido por la península vimos también varias colonias de lobos y elefantes marinos desde los riscos y playas.

La segunda escapada de Puerto Madryn la hicimos a Punta Tombo, donde hay una inmensa colonia de pingüinos de Magallanes. Habíamos visto algunos en Península Valdés y nos encantaron, así que quisimos conocerlos un poco más de cerca. Y valió la pena, porque realmente la zona está repleta: hay pingüinos por todos lados, cruzan el camino (hay que cederles el paso), te miran como al bicho raro que eres, ladean la cabeza, graznan, se tumbarrean al sol o se refugian en los nidos para proteger a los polluelos, que parecen de peluche. ¡Son geniales!

Además, de regreso a Puerto Madryn paramos en Isla Escondida, donde pudimos ver a los elefantes marinos a centímetros de distancia. Son tranquilorros y dormilones porque pasan mucho calor en la costa: están preparados para las aguas gélidas del océano abierto. Y es que, tras esa torpeza casi ridícula en tierra, esconden unas capacidades buceadoras únicas en el reino animal. ¿Sabíais que aguantan hasta dos horas bajo el mar sin respirar y se sumergen a 1.500 metros de profundidad? Y cazan calamares gigantes, que son su plato favorito 🙂 Cuando nosotros los vimos estaban más en plan siesta, pero eso nos permitió acercarnos sin peligro y verles hasta los pelillos de las cejas.
Yyyyyy, tras cuatro días muy agradables junto al mar, el cronómetro sonó y tuvimos que enfrentarnos a lo inevitable: un bus hacia el último destino de este viaje. Buenos Aires nos esperaba para despedirnos… Quedaba una semana para aterrizar el España. ¡Buf!

De propinilla, allá va un vídeo de nuestras visitas oceánicas 🙂

Etapa 32. Fin del mundo… y más allá

6 comentarios en “Etapa 32. Fin del mundo… y más allá

    1. Diego dijo:

      La verdad es que esta zona de Argentina es preciosa por la enorme cantidad de animales que se ven: ballenas, lobos marinos, pingüinos… Es genial 🙂 son tan graciosos los pingüinillos

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      1. Bea dijo:

        Hola estamos preparando viaje a Patagonia y tengo algunas preguntas para ver si me Podeis contestar ya que vuestro viaje me moló mucho y hay mucho que ver!!!Desde ushuaia no se puede ir directamente a Puerto Madryn?hay que ir obligados a ríos gallegos??y otra cosa cuantos días stuvisteis en cada sitio nosotros tenemos pensao unos 23 días y por ultimo Córdoba merece la pena o mejor tirar pa san Carlos de Bariloche para hacer la ruta de los siete Lagos .mil gracias por vuestra información

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      2. Amaya dijo:

        Hola Bea!

        No, cuando nosotros fuimos creo recordar que solo se podía hacer el trayecto vía Río Gallegos, porque eran dos autobuses diferentes. Además, son 30 horas de viaje, así que casi mejor con parada técnica. Igual hay algún vuelo, dependiendo de la época que vayas, de Ushuaia a Puerto Madryn, pero con el bus seguramente tengas que parar en Río Gallegos porque la ciudad hacía de eje de transporte para la zona. Consulta la web de Plataforma10 (http://www.plataforma10.com/ar/), que es muy útil para ver buses, precios y combinaciones. Luego allí a veces hay variaciones de horarios o más opciones de viaje, pero es una buena guía previa.
        Respecto a Córdoba, si no tienes mucho tiempo, puedes saltártela. Nos gustó más Mendoza o Salta (si os da tiempo al norte…). Si la elección es entre Córdoba o Bariloche, está claro que Bariloche, que es precioso!!
        No recuerdo los días exactos en cada sitio, pero calcula entre tres y cuatro por ciudad. Siempre hacíamos al menos dos noches en todas partes, excepto en sitios de paso, porque entre que llegas, te organizas la excursión y demás, es difícil que te dé tiempo en menos días. También depende de horarios de buses. Si podéis coger buses nocturnos, aprovecháis más el tiempo, y los autobuses en Argentina (aunque un poco caros) normalmente son muy cómodos. Ten en cuenta que las distancias son larguíiiiiisimas 🙂
        Si tienes cualquier otra pregunta, aquí estamos. Te mando el mensaje también por mail.

        Un abrazo y buen viaje! 🙂

        Amaya

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  1. Muchísimas gracias, María 🙂 No te imaginas la ilusión que hace que alguien nos diga que el blog es útil y que le ayudan las cosas que contamos e intentamos transmitir. Hemos puesto mucho cariño y lo mejor de nosotros en este blog y es genial que llegue a alguien desconocido y le sirva para soñar o para plantearse algo. Muchas gracias de nuevo y un fuerte abrazo 🙂

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  2. Maria dijo:

    Increible ese recorrido que ustedes han realizado, es gustico ni siquiera los reyes se dan en vida, los felicito son una gran inspiracion, han podido ver el mundo y describirlo de una forma tal que parece que uno estuviera ahi en cada lugar, ustedes si han sabido apreciar la hermosura de la naturaleza y sobretodo no han sido egoistas … con toda esa informacion de su blog es muy facil uno animarse a hacer al menos un viajecito, realmente es una gran guia, Son uds muy bendecidos y una pareja muy linda, ademas unos grandes embajadores de las cosas bellas del mundo.Abrazos desde Vancouver, Canada.

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